El Mundo informa de 300, tot i que a hores d’ara ja són 556 els i les juristes de diverses universitats públiques de tot l’Estat els que demanen la sortida de l’ordenament bolonyès d’aquests estudis. Desprès de mesos de difamacions sobre la poca informació del moviment estudiantil, sembla que les veus que consideren una degradació palmària dels estudis aquests Graus no només tenen ressó entre l’estudiantat i sectors crítics del professorat.
“El daño que tal retroceso ocasionará a la construcción de las instituciones y la articulación de las relaciones entre ciudadanos y poderes públicos no puede ser pasado por alto. Nos sentimos por ello en el deber de hacer una seria advertencia a la comunidad universitaria y a la autoridad educativa, y solicitar con toda firmeza que los estudios jurídicos sean excluidos del proceso de Bolonia y tratados con el rigor que su importancia requiere.”
Manifest i signatures: Saquemos los estudios de Derecho del proceso de Bolonia
Informació relacionada
“Alemania, Italia y Reino Unido se desmarcan de Bolonia”. El Mundo 4 de Juny de 2008
Estudi comparatiu Grau Bolonya i Llicenciatures (CAE)
L’ACUP reconeix que el grau equival al primer cicle de les antigues llicenciatures
A sota la notícia sencera amb destacats nostres:
“Más de 300 juristas han suscrito ya el manifiesto ‘Saquemos los estudios de Derecho del Proceso de Bolonia’, impulsado por reconocidos juristas españoles de la talla de Eduardo García de Enterría, Enrique Gimbernat y Francesc de Carreras.
El documento basa su reivindicación en una contundente afirmación inicial en relación con la convergencia europea. «Determinará la degradación de las profesiones jurídicas y el empequeñecimiento de la aportación de los juristas a la organización de la convivencia y la estructuración de la sociedad española del siglo XXI», aseguran los firmantes. quienes destacan el daño que ello provocará en «la construcción de las instituciones y la articulación de las relaciones entre ciudadanos y poderes públicos».
Según los términos que el Gobierno definió en la adaptación de las titulaciones españolas al Espacio Europeo de Educación Superior, la carrera de Derecho pasa de ser una licenciatura de cinco años a un grado de cuatro en el que el primer año está destinado a reforzar nociones básicas dentro de la rama de las Ciencias Sociales y se hace especial énfasis en la adquisición de competencias, habilidades y destrezas. Además, la adquisición de las atribuciones profesionales y la especialización se fían a la realización de un máster posterior.
[Font: Reial Decret 1837/2008 “relativas al reconocimiento de cualificaciones profesionales, así como a determinados aspectos del ejercicio de la profesión de abogado.”]
De ahí el descontento de este colectivo de juristas, convencidos de que este planteamiento «confunde lamentablemente lo que debe ser un grado en derecho con lo que es un ciclo de estudios profesionalizado para la formación de personal subalterno».
Los firmantes tienen una visión alternativa frente a los planteamientos que se han trazado en España para la reordenación de las enseñanzas y que, según ellos, convierte al profesional del derecho en un mero aplicador de preceptos: «el jurista ha de sustentar su actividad profesional en una sólida formación general y básica, con un sentido profundo de la estructura del orden jurídico y un dominio de las categorías que constituyen la columna vertebral de las distintas instituciones y disciplinas que ha de aplicar», sentencia el manifiesto.“
Opinions sobre aquest manifest a la xarxa:
Bloc Jurídic. “no se trata de hacer leer”
El Bloc de Dret Públic de Sevach
Prólogo
Carlos Fernández Liria
El Plan Bolonia ha avanzado firme y seguro como una apisonadora, con total independencia de lo que opinara el mundo académico. La clave ha estado en una insólita acumulación de mentiras y de propaganda. También en un chantaje institucional. Bolonia han sido lentejas, que o las tomas o las dejas. Las instituciones universitarias se han visto obligadas a aceptar lo inaceptable porque no tenían otra opción que tragar con la reforma o resignarse a desaparecer.
Pero mentiras, propaganda y chantaje no han sido suficientes: también se ha recurrido a la calumnia.
La calumnia ha sido un ingrediente muy importante en esta revolución educativa que los ricos de la Unión Europea decretaron contra los pobres. Una vez que se decidió sacrificar la Universidad pública hasta volverla rentable, era vital desprestigiarla. Para ello, comenzó a repetirse una y mil veces que en la Universidad todo era corrupción y nepotismo, endogamia e incesto, absentismo y pereza. Se dio por cosa sabida e incuestionable que los profesores no hacían otra cosa que leer apuntes amarillos heredados del franquismo, que los alumnos no estudiaban más que el día anterior a los exámenes, aprendiendo de memoria rollos que no comprendían y que olvidaban inmediatamente después. Se llamó viejos y viejas a los profesores y profesoras, recomendando su jubilación anticipada, para que dejaran de hacer daño a los alumnos con la transmisión de sus obsoletos conocimientos. El retrato de los estudiantes no era menos ofensivo: campeones de ignorancia, que no sólo no sabían, sino que no sabían aprender y no sabían tampoco aprender a aprender. Se comparó a los Departamentos y Cátedras universitarias, literalmente, con pozos negros, y se proclamó que, por el contrario, la ciencia florecía en los espacios abiertos y floreados de las revistas científicas avaladas por rankings elaborados por empresas privadas estadounidenses. Se ofreció como prueba de la caducidad casposa de la universidad española el hecho de que sus investigadores siguieran publicando en castellano, en lugar de en inglés. Se acusó a los profesores de no saber enseñar por impartir lecciones magistrales sin utilizar el power point o consumir nuevas tecnologías. Se consideró prueba irrefutable de lo mal que estaba la Universidad el hecho de que hubiera cambiado muy poco desde los tiempos de Newton (cosa que además es falsa), como si todo lo que no cambiara al ritmo insensato del mercado debiera considerarse caducado. Sin respetar el principio de no contradicción, se acusó a los estudiantes de saber demasiado, es decir, de perder el tiempo en una sobrecualificación inútil que nadie demandaba, y también, de dilapidar el tiempo y el dinero fracasando año tras año en terminar la carrera. En suma, se lanzó sobre la Universidad la acusación más grave que se puede lanzar sobre una institución docente: ahí ni se sabe enseñar, ni se sabe aprender. Había que enseñar a enseñar a los profesores. Los alumnos debían aprender a aprender. Todo ello como si hasta ahora hubieran estado todos cazando moscas, a la espera de la revolución educativa de Bolonia, en la que, por fin, una legión de psicopedagogos desembarcaría en la Universidad para enderezar las cosas al gusto, por supuesto, de las demandas empresariales.
De entre todas las calumnias, la más insensata ha sido la que ha acusado al movimiento estudiantil de estar manejado por algunos profesores. Se ha pretendido que los y las estudiantes antibolonia se oponían al proceso por falta de información, manejados en la sombra por ideólogos antisistema. Un disparate sin igual y a todas las bandas. Los profesores más activamente antibolonia no han sido, en general, nada antisistema. Podría poner ahora mismo cinco ejemplos de profesores de cada tendencia política (desde la extrema derecha a la extrema izquierda, pasando por el PSOE, el PP, UPyD o IU) que se han opuesto a Bolonia con el único denominador común de ser, probablemente, unos buenos profesores que aman su profesión y que, sencillamente, no soportan ver cómo se desmonta pieza a pieza su Universidad. Un disparate también por lo que toca a los estudiantes, porque, sin lugar a dudas, no ha existido jamás un movimiento estudiantil más responsable, riguroso, informado y respetuoso de las instituciones como ha sido el movimiento antibolonia. Y no porque no sean –o no seamos algunos– “antisistema”. Sino porque en esta ocasión se está luchando para impedir que “el sistema” destruya lo que es, precisamente, una institución, la institución universitaria.
Hubo un tiempo en el que la sociedad estaba orgullosa de tener una Universidad. Ahora se han invertido las cosas. En lugar de celebrar el respeto que la sociedad le ha otorgado siempre a la Universidad, se ha jaleado a la sociedad para avergonzarse de ella. Una campaña de prensa inaudita ha logrado que la ciudadanía abomine del mundo académico que le ha tocado vivir. En lugar de mirar con asombro un edificio que hunde sus raíces en siglos de esfuerzos científicos, en millones de discusiones académicas, en una inagotable tradición experimental y un inabarcable archivo de tesoros bibliográficos, la propaganda mediática ha logrado que la sociedad civil se encare con su Universidad y le exija estar a su servicio. Es como si la ciudadanía se encarara con la Justicia y exigiera un Derecho en estado de sociedad en lugar de una sociedad en estado de Derecho. Ha sido como otorgar legitimidad a un linchamiento alegando que eso era lo que demandaba la sociedad. El lema “una Universidad al servicio de la sociedad” ha tenido un éxito rotundo. Incluso hay una publicación del Círculo de Empresarios que lleva ese título (2007). De este modo, en lugar de hacerle un sitio a la investigación desinteresada de la verdad, se ha abogado por poner la verdad al servicio de los intereses empresariales. Lo mismo podría ponerse la Justicia al servicio de las demandas mercantiles, prohibiendo y castigando las sentencias judiciales que no fueran rentables, las que hicieran bajar la Bolsa o las que perjudicaran los intereses de las corporaciones más poderosas. Ya no se trata de que la sociedad busque la Verdad o la Justicia. La sociedad capitalista no puede permitirse el lujo de mantener en barbecho esferas enteras de la vida ciudadana. Un recinto para la Verdad o un recinto para la Justicia es mucho pedir para una sociedad que no ha sido capaz siquiera de respetarle a la Naturaleza su propio recinto. Esta es la civilización de la especulación inmobiliaria. El edificio de la Universidad o el de los Tribunales de Justicia no iban a permanecer incólumes. Se ha colonizado el mar, la tierra y el aire. Al capital ya no le quedaba más que el mundo inteligible por conquistar. Se han deshelado los polos, se ha contaminado la atmósfera, se ha esterilizado el suelo. El mundo de los negocios ha llegado incluso a cambiar de sitio los glaciares. Ha reventado el subsuelo terrestre con cientos de pruebas nucleares. Ha abierto un agujero en el ozono de la atmósfera. Ha desquiciado genéticamente las semillas. ¿Por qué iba a dejar en su sitio el mundo de las exigencias de la razón? ¿Por qué iba a respetar la Verdad o la Justicia sin intentar sacarles partido económico?
Las cosas son como son, eso depende del mundo de los hechos. Pero no son como deben ser. Hay una instancia desde la que es posible decir que por muy bien que encajen las cosas entre sí, no encajan, sin embargo, con lo que deben ser. A esa instancia le llamamos Razón. La historia de la filosofía ancló en esa instancia las pretensiones de Verdad y de Justicia, al margen de todos los intereses que podían mover el mundo en una u otra dirección. Y los más grandes filósofos, como Platón y Aristóteles en la antigüedad, identificaron la vida conforme a la razón como la más feliz y la más digna.
Los seres humanos se niegan a perder, por amor a la vida, aquello que hace a la vida digna de ser vivida. Eso pensaban Sócrates, Kant, o –hace no tanto tiempo– Chesterton o Stephan Zweig. Ahora las cosas han cambiado. El siglo XXI ha descubierto que puede hacer dinero con la “sociedad del conocimiento”, aunque sea a costa de arrancar de ella las pretensiones de la Razón. De pronto se ha descubierto que los intereses de la Razón no son rentables o que, al menos, no son lo suficientemente rentables a corto o medio plazo. Los intereses de la Razón, en efecto, no cotizan en Bolsa; al contrario, pretenden imponerse desde los Tribunales de Justicia y dictarse desde las torres de marfil de la Universidad. Y la OMC, la UNICE (patronal europea), la CEOE, la OCDE y nuestros ministros de educación decidieron un día que podía ser una buena idea colonizar también el mundo platónico de la Verdad, ya que aquí en la Tierra no quedaba ya nada a lo que exprimir una gota de rentabilidad. Podemos señalar simbólicamente la Declaración de Bolonia en 1999 como el acontecimiento que dio la orden de asalto a los ejércitos neoliberales, aunque el asedio a la Ciudad Universitaria venía ya de mucho antes. El capital se lanzaba así a la conquista de un Nuevo Mundo, tan prometedor quizás como antaño fueron las Américas. Sin embargo, no se reparó en que no se puede hacer rentable la Verdad sin que deje de ser Verdad, como no se puede hacer rentable la Justicia sin que deje de ser Justicia. No se puede poner el derecho en estado de sociedad sin cargarse el Estado de derecho.
Es posible, en efecto, que esta ofensiva neoliberal contra la investigación libre y desinteresada no sólo venga a destruir la dignidad por la que merece vivirse la vida, sino que derive, además, en un pésimo negocio vital. Porque a fuerza de poner la ciencia al servicio de la sociedad, perderemos la ciencia por el camino. A fuerza de poner la Universidad al servicio de la sociedad, acabaremos sin duda por tener un servicio (una buena empresa de servicios), pero no una Universidad. A mediados del siglo XX, Claude Lévi-Strauss, hablando de las relaciones entre Universidad y sociedad, declaró que lo ideal era que la sociedad se lo diera todo a la Universidad sin pedirle nada a cambio. En esa época nadie le tachó de loco, porque entonces todavía se recordaba que los estudios superiores eran superiores precisamente porque eran superiores, es decir, porque se gestaban por encima del entramado de intereses de la vida profesional; que su método, su ritmo y sus condiciones exigían blindar un recinto desinteresado a salvo de cualquier demanda social y, por supuesto, empresarial. Que esa era, además, la mejor manera de que alcanzaran su mejor rendimiento: el de ser verdaderos, objetivos y rigurosos. Y que eso era, incluso –aunque eso fuera lo de menos– lo más rentable a largo plazo. Que el mejor negocio que la sociedad podía hacer con la Universidad era dejarla en paz, para que fuera lo que tiene ser, una Universidad, y para poder así enorgullecerse de tenerla.
A decir verdad, en Francia aún se acuerdan de lo que es y debe ser una Universidad. O al menos hay quien se acuerda. La “Declaración de Independencia de las Universidades” y el “Llamamiento internacional a todas las Universidades” son textos impecables, un auténtico grito de protesta lanzado desde la tierra en la que se dictó la Declaración de los derechos humanos, inaugurando la posibilidad de que las exigencias de la Razón enderezaran el curso de las cosas en lugar de que los intereses de las cosas ahogaran la voz de la Razón. Estos manifiestos fueron inicialmente firmados por trece rectores y lograron arrastrar a una huelga indefinida a treinta universidades francesas. Hay miles de profesores en huelga contra lo que se considera una mercantilización intolerable del espacio académico de los estudios superiores. Basta leer los documentos: su diagnóstico coincide punto por punto con el que en el Reino de España ha hecho el movimiento estudiantil. Pero la cobardía y la pusilanimidad de nuestros rectores (incluso los más de izquierdas) ha impedido escuchar el llamamiento. Ellos no ven relación con lo que está pasando en España, pues ahí en Francia no hablan de Bolonia, por lo visto. Y es cierto que no: lo que ocurre es que a este lado de los Pirineos, por parte del movimiento estudiantil, tampoco se habla de Bolonia más que para denunciar que Bolonia es otra cosa distinta de lo que se dice que es. Y la cosa en cuestión es, precisamente, punto por punto, lo que motiva los llamamientos franceses: la mercantilización de la enseñanza superior.
Puestos a converger con Europa, podíamos haberlo hecho con estos llamamientos internacionales. Si tres o cuatro rectores españoles hubieran atendido al llamamiento de los rectores franceses, la reconversión mercantil de la Universidad se habría desmoronado, lo mismo que ocurrió con el proyecto neoliberal de la Constitución Europea. Pero en todo este asunto, y salvo contadísimas excepciones, la actitud de los rectores, de los decanos y, sobre todo, de los millares de profesores universitarios españoles ha sido vergonzosa, de una cobardía sin límites, de una ceguera culpable y de una estupidez suicida. Hay que decir que la mayor parte de los profesores se han comportado como ratas. Muchos de ellos, los que más autoridad tenían precisamente por su condición y su edad, han callado como muertos y se han desinteresado del asunto, pensando que de todos modos no les quedaba mucho tiempo para la jubilación. Otros, más jóvenes, se han lavado las manos huyendo de riesgos y molestias innecesarios. La gran mayoría, haciendo gala de un conformismo sin límites, se ha encogido de hombros, dispuesta a obedecer cualquier cosa que venga de arriba, incluso cuando lo que viene de arriba, como es el caso, es una revolución (una revolución de los ricos contra los pobres, pero una revolución). Se han comportado como una legión de lameculos, arrastrándose servilmente ante cualquier autoridad académica. Se han pasado diez años de reunión en reunión, haciendo la pelota a sus autoridades académicas en un espectáculo obsceno y canalla. Por supuesto, al contrario que el movimiento estudiantil, no se han molestado ni por un momento en leer los documentos oficiales que están a la base de toda la reforma, ni las publicaciones de la ANECA, ni los comunicados de la Comisión Europea, ni los informes y libros blancos del Ministerio. Sencillamente han obedecido órdenes y han callado como miserables.
Pero lo más repugnante de la actitud general del profesorado español es que, encima, se ha permitido mirar por encima del hombro al movimiento estudiantil. Sin duda, sospechan que sus protagonistas son tan idiotas y traidores como ellos mismos lo fueron, con toda seguridad, cuando en su juventud participaban también en encierros, asambleas y manifestaciones. Otros, han puesto el grito en el cielo ante la “violencia” de los estudiantes. Tras diez años acatando órdenes contradictorias y absurdas, tragando propaganda y carros y carretas sin abrir la boca, muchos profesores dieron rienda suelta a su indignación ante el atropello de su libérrima libertad porque, excepcionalmente, unos estudiantes habían puesto silicona en una cerradura o unos globos impidiendo entrar en las clases en un día de huelga. La abyección moral de algunos de estos sujetos llegó al extremo de que algunos se quejaron de que los cuartos de baño que utilizaban los alumnos encerrados en las Universidades olían mal por las mañanas, como si la mierda de los estudiantes oliera, al parecer, peor que la suya. Cagar, sin duda alguna, estos años hemos cagado todos por igual. Pero esos estudiantes que han estado encerrados en las universidades protagonizando una huelga “a la japonesa” han estado haciendo todo este tiempo lo que los profesores no han sabido ni querido hacer: leer las leyes, estudiar los libros blancos, traducir las ponencias de la OMC sobre educación, archivar los documentos, enterarse, en definitiva, de qué demonios estaba realmente pasando en su Universidad. Han estado, sin más, defendiendo la Universidad, mientras sus profesores, sus decanos y sus rectores desertaban de su función pública y la vendían al mejor postor.
Quizás algunos recordarán que las manifestaciones contra la mercantilización de la enseñanza comenzaron luchando contra el Informe Bricall, durante el curso 1999-2000. Cuando estas manifestaciones –que fueron multitudinarias– tomaron las calles, la mayor parte de los profesores y de las autoridades académicas no habían ni oído hablar de semejante informe. El propio Bricall salió en la televisión sorprendido de que hubiera un movimiento estudiantil contra un informe que, en esos momentos, ¡aún no había sido publicado! Sin embargo, cuando finalmente se publicó, se comprobó que el informe Bricall decía exactamente lo que los estudiantes habían dicho que iba a decir. ¿Eran adivinos? No, habían sido muy trabajadores, habían traducido las ponencias sobre educación de la última cumbre de la OMC, habían leído el informe francés y el informe británico sobre la Universidad. Así de ignorante comenzó siendo el movimiento estudiantil contra la mercantilización de la enseñanza. Desde entonces, los hechos han ido dando la razón a los estudiantes punto por punto y, por desgracia, en sus peores pronósticos.
Los capítulos de este libro están escritos por estudiantes de los que, en su mayor parte, he sido profesor. Todos ellos han invertido, en los últimos años, todo su tiempo en la lucha contra Bolonia. Inexplicablemente, han logrado también invertir todo su tiempo en aprender Filosofía, Filología, Economía o Historia. Incluso han encontrado tiempo para cuidar su expediente académico, aunque no tanto, por supuesto, como algunos compañeros suyos muy miserables que, sin mover un dedo a favor de su Universidad, han aprovechado para ir cosechando las matrículas de honor, lo que sin duda les reportará pingües beneficios en la competición académica y laboral que se nos viene encima.
El lector podrá juzgar si le parecen unos textos poco informados, escritos por alumnos ignorantes que se oponen a Bolonia porque se han dejado manejar. Desafío a cualquiera a intentar manejar a unos alumnos así. Y desafío a las autoridades académicas –empezando por Ángel Gabilondo, que ya lo hizo en una ocasión– a discutir con ellos largo y tendido, delante de las cámaras de televisión. A toda la legión de profesores que llevan años haciendo de su capa un sayo, mientras miran con magnánima condescendencia a estos angelitos del movimiento estudiantil, les desafío también a tener el valor de abrir los ojos leyendo sus textos.
Todavía hay que decir algo más sobre los autores de este libro. La lucha contra Bolonia no se ha caracterizado –como ya hemos dicho– por su radicalidad antisistema. Pero los estudiantes que aquí escriben sí son radicalmente antisistema, antisistema capitalista, por supuesto. Y en esto también han tenido toda la razón en comparación con los pobres y desesperados argumentos esgrimidos por los profesores antibolonia más comprometidos. Después de todo, lo que está ocurriendo con la Universidad no es nada del otro mundo. La revolución neoliberal lleva desde los años ochenta precarizando el mercado laboral, destruyendo todas las conquistas obreras y sindicales, descalabrando el Estado del Bienestar, flexibilizando la vida de las personas, dentro y fuera de Europa, según los requerimientos ciegos e imprevisibles de un mercado genocida. El movimiento antiglobalización lleva mucho tiempo alertando sobre todo este deterioro humano y ecológico. Por el contrario, muchos de los profesores antibolonia –aunque hayan jugado un excelente papel– no se han dado cuenta de lo que era el neoliberalismo más que cuando éste ha llamado a las puertas de su casa, de su Universidad. Y aún así, han conservado su miopía, sin acertar a ver más allá de sus narices. Por fin, el capitalismo salvaje –tras haber levantado muros genocidas por todo el planeta, haber globalizado la miseria y deteriorado la consistencia antropológica más elemental– les ha empezado a salpicar también a ellos. Ahora le ha tocado el turno a la Universidad Pública Europea, eso es todo. Es la lógica del sistema, la lógica de un sistema que choca ya con los límites ecológicos del planeta y con la existencia misma de la mitad de la humanidad, que sobrevive actualmente con menos de dos dólares diarios. Habría sido ridículamente ingenuo pensar que el capitalismo se iba a detener a las puertas de la Universidad.
Es muy importante dar aquí las gracias a la editorial Hiru. Gracias a ella se publica este libro que yo espero que sea un testigo de lo que en su día fue la Universidad pública. Una Universidad en la que había muchos motivos para sentirse muy feliz, pues, como decía Aristóteles, para un profesor no puede haber mayor felicidad que la de ver a su alumno enseñando. El movimiento estudiantil lleva diez años enseñando muchas cosas, aunque los profesores en general y, sobre todo, las autoridades académicas, han sido los peores alumnos del mundo.
Carlos Fernández Liria,
Sotillo de la Adrada, 14 de abril de 2009.
Desprès de mesos de mobilitzacions, les notícies bones semblen caigudes del cel. Els estudiants que lluiten pel dret a l’ensenyament públic, de qualitat i emancipador – que no professionalitzador- poden atribuir-se guanys parcials però conquerits:
– El Pla Garmendia d’increment de la dotació de beques.
– El Pla Gabilondo d’increment de la dotació de beques (II)
– Els anuncis voluntaristes de la Comissionada d’Universitats de:
– El tema del Màster de Secundària va molt endarrerit i les males llengues parlen de que l’any vinent no el tindrem encara.
– Diverses moratòries a la UPV, a titulacions de la UB, de la UAB, …
D’altra banda, la participació democràtica (entesa com a debat, contraposició d’arguments i publicitat del contingut d’una reforma feta a esquenes del públic en general i del públic universitari en particular) s’ha multiplicat. Ara tothom sap què és una assemblea, què és un referèndum, qué vol dir “mobilització col·lectiva”, que Bolonya no és una obligació europea sinó una voluntat política estatal i dels governs autonòmics… C
om a contraprestació significativa, aquesta participació ha estat obstaculitzada sense miraments de cap tipus per la institució universitària – la que reflexiona i produeix coneixements crítics? sí, aquesta- en diverses modalitats: des de la condemna a l’ostracisme i ignorar les inquietuds dels estudiants -molt notable als centres de secundària- , no reconèixer els referèndums, o fins i tot la coacció y agressió física pura i dura als centres universitaris. Els Mossos d’Esquadra i la seguretat privada han esdevingut en mobiliari comú de les universitats públiques catalanes. Com a catàrsi el desallotjament del rectorat de la UB o d’instituts. Tot s’ha de recordar, no hi ha dia sense judici a Mossos d’Esquadra per “extralimitació” a les seves funcions: tortures, maltractaments, … , un equip pedagògic molt innovador, vaja.
Desprès de l’ultimàtum de la Comissionada d’Universitats al Ministre Gabilondo perque tirés endavant amb els deures d’aprovar el que “a sang i foc” han tirat endavant a les universitats, és a dir, els Graus. Tot i que van anunciar que es reunirien els cops necessaris per que l’ANECA aprovés les titulacions i fer tots els tràmits, la cosa no anava gens bé i tenim a sobre els periodes de preinscripció. Tot i que es tracta d’un embolic burocràtic greu, la cosa pot derivar en què senzillament s’ofertin com a títols propis (amb asterisc de pendent d’homologació) i conseguir el caràcter oficial dels estudis durant el curs o el curs següent. Aquesta va ser la estratègia d’universitats privades valencianes per al titol de Medicina i els va sortir bé – a la empresa que porta la universitat-. Si aixó és un frau per a l’estudiant, aixó ja és un altre tema.
El Grau de Psicologia de la UAB s’afegeix al llistat d’universitats i titulacions que no tiraran endavant la degradació dels seus estudis el curs vinent, gràcies als vots de professorat i estudiants.
Només es senten veus sobre el Màster que vol substituir el Curs d’Adaptació Pedagògica per al curs vinent. “Estamos en ello” diuen a l’ANECA.
Empar Moliner va comentar magistralment la jugada de la Blanca Palmada.
Gabilondo traiciona a Gabilondo: El Máster de Secundaria. Romina Colombo a Rebelión
[El fin de la profesión de profesor. Article de l’Assemblea de Filosofia de la Universidad Complutense de Madrid que analitza el màster de formació de professorat, el seu contingut i les seves conseqüències.]
[Foto: comitè de benvinguda a Lovaine. Font Fotoblog]
Fa setmanes informàvem de l’estat de la tramitació dels flamants graus per l’ANECA. Fa quinze díes la mateixa Blanca Palmada feia un ultimàtum sobre la situació d’aprovació dels nous títols al Ministre Gabilondo que a Lovaine va donar un 4 sobre 5 de nota a l’Estat espanyol en el seu procés de desmantetllament de l’ensenyament superior. En aquest prometedor escenari, ja s’avança que el Màster que vol substituir el Certificat d’Aptitut Pedagògica “s’ajorna fins al curs 2009/10″. En la mateixa orientació, a Aragò diu el rector “La implantación de algunos grados se puede retrasar“. I degans de lletres de l’estat francès i Portugal auguren un «any terrible» amb Bolonia.
Desprès de messos de lluita sostinguda des de les universitats, els estudiants de secundària prenen el relleu amb força. I amb força pedagògica les direccions dels centres i les autoritats polítiques decideixen apallissar menors sense cap mirament, sobre l’ocupació de la Conselleria d’Educació per part d’estudiants de secundària, El mercat amb sang entra, amb professionals qualificats i adequadament entrenats en l’art d’evitar denúncies per tortures, molt didàctic per al jovent, els i les aturades i els i les insolvents:
Según ha denunciado la Coordinadora para la Prevención de la Tortura ante el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía del Estado, el cursillo, organizado por la sección catalana del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España y celebrado el pasado mes de marzo, era para policías ante la proliferación de sentencias condenatorias por errores policiales e irregularidades en las detenciones de sospechosos.[…]
Països Catalans. Mobilitzacions 28 d’abril. Estudiants contraris al pla Bolonya ocupen la Seu del Banco Santander a Passeig de Gràcia i les seus d’ERC i PSC. Barcelona, Tarragona, País Valencià
Andalucía: Málaga i 2 , Cádiz, , Sevilla,
León i 2 ,
Madrid i 2
Estat francès: Protest in perpetual motion.Students and professors have invented a new way of protesting about the marketisation of academia: the 24-hour circular march. The Guardian 07/04/2009
Alemanya: Convocatòria de vaga estatal d’ensenyament del 14 al 19 de juny.
I el rebuig internacional o la setmana global de mobilització per l’ensenyament públic [“Reclaim your Education – Global Week of Action“] ens ofereix diverses mostres de les accions de protesta: a diverses poblacions d’Alemanya, Finlàndia, Sèrbia, Croàcia, Austria, als Països Catalans, al Marroc, Dinamarca, Regne Unit, Polònia, EUA, Bangladesh, Bèlgica, … A sota una petita mostra fotogràfica i diversos articles.
- “Universidad europea, ¿giro social en Lovaina? A. Corominas & Vera Sacristàn
- Bolonia, o la ‘logsificación’ de la universidad española.Ángel Ferrández Izquierdo:
Ángel Ferrández Izquierdo es catedrático de Geometría y Topología de la Universidad de Murcia- France – L’Université contre le libéralisme.Christophe Ramaux
Christophe Ramaux (économiste, Maître de conférences à l’Université Paris I), mars 2009
- El malestar de los académicos.Humberto Muñoz García. Seminario de Educación Superior, IIS. Profesor de la FCPS. UNAM
ACTUALITZACIÓ.- Segons estudiants del centre, la direcció del centre va amenaçar amb cridar als Mossos d’Esquadra per desallotjar una “ocupació il·legal”. Al voltant de 100 persones (estudiants, professors, mares i pares) han dormit aquesta nit al centre en protesta contra la degradació i privatització de l’ensenyament públic.
+ informació: Assemblees d’Estudiants de Secundària
Vídeo al 3.24 Tancada Escola Industrial
L’objectiu de la tancada és protestar contra la Llei d’Educació i la privatització de l’ensenyament públic
Una estudiante aseguró que el Govern “ha ejercido presiones” sobre la dirección del centro para evitar nuevas ocupaciones
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Dilluns 20 d’ Abril del 2009, les diferents assemblees d’ estudiants que formem el MAES, hem decidit realitzar una tancada de tres dies a l’ IES Escola Industrial de Sabadell; alumnes, professors i pares, ens quedarem a dormir durant 2-3 dies per a obrir un espai obert de debat sobre les lleis educatives i altres temes d’ actualitat.
L’acció és també una mostra de disconformitat davant d’ aquestes lleis educatives que ens han imposat antidemocràticament, degraden l’ educació pública, i deixen les portes obertes a la privatització.
Fem saber a tothom que està convidat a passar-se pel cole a qualsevol hora (sobretot per la tarda quan hi han les activitats).
Per una Educació Pública, Gratuïta, Laica i de Qualitat!
Fora les empreses de la Universitat i Instituts!
Derogació de la LEC, la LOE, la LOU, la LUC i Reial Decrets, ja!
Per la obertura d’ un procés de debat!
Per la readmissió dels expulsats de la UAB! No a la criminalització!
CONTRA LA MERCANTILITZACIÓ DE L’ENSENYAMENT, FEM SENTIR LA NOSTRA VEU!
CREEM ASSEMBLES ALS INSTITUTS! NOSALTRES PODEM DECIDIR!
MAES-Moviment d’ Assemblees d’ Estudiants de Sabadell
aes-assemblees.blogspot.com
Demà és l’aniversari del desallotjament del Rectorat de la UB. Font: Fotolog No a Bolonya
Fent una panoràmica:
El canvi de ministre produeix mals de cap fins i tot a la Gaceta dels Negocis (què tenen a dir ells sobre l’ensenyament públic) i la creació “d’opinió pública” cada cop menys monolítica:
“Lo que no solventará Bolonia“.MANUEL RAMÍREZ Catedrático de Derecho Político. ABC
[…]Tengo para mí que de lo que se trata es de homogeneizar en lo más simple. No hablo así por lo de reducir años. A ello acompaña la creación de «grupitos» que, a no dudarlo, tendrán de inmediato al internet (versión actualizada de «los apuntes»). Casi desaparición de las clases teóricas, no siempre magistrales. Nulo impulso a la capacidad de pensar y fomentar la crítica, supuestos sin los que no se puede hablar de intelecto. Hegemonía de «habilidades» en alumnos que pueden serlo de casi todo. Ya se han cambiado las oposiciones por las «habilitaciones», sin ni siquiera conocer a los aspirantes: se decide sobre «los papeles» que estos envían a unas comisiones en las que puede no haber nadie de la especialidad. ¿Se puede rebajar más? Con Bolonia, pronto, y, para colmo, se anuncia que «a coste cero». O mucho me equivoco, o en la Universidad que se nos viene encima no habrían tenido nada que hacer Unamuno, Ortega, Aranguren, Corts Grau, Sánchez Agesta, Jiménez de Asúa, Garrido Falla, Fuentes Quintana, Enterría, por no citar a los muy actuales. Una Universidad de permanentes tutores o «preceptores» que, a no dudarlo, pronto inventarán las formas de escapar de menesteres de los que nunca se les advirtió en su día. ¡Adiós a la Universidad de Maestros![…]
La universidad se juega su futuro. FERNANDO DEL REY. EL MUNDO
[…]¿Qué hay de malo en estos propósitos? ¿Por qué tenemos que considerar negativo un modelo de Universidad más ágil, competitivo, transparente, autónomo, responsable y flexible que se adapte a las necesidades de la sociedad? ¿Acaso nos da miedo el riesgo y la construcción de universidades donde impere la cultura de la calidad, de la eficacia y del mérito? ¿Por qué la educación superior no ha de proyectarse, sin renunciar a los saberes acumulados, en función del bienestar social y de la mejora del sistema productivo? Las voces que alertan contra el peligro de «mercantilización» de la Universidad -insisto que minoritarias- no hacen otra cosa que agitar por enésima vez las añejas consignas contrarias al mercado y al universalismo liberal-democrático y cosmopolita.Que las universidades aspiren a incrementar su financiación pública con recursos privados no ha de ser necesariamente negativo, sino todo lo contrario. Lo importante es que dispongan de medios suficientes -controlados democráticamente- para afrontar con solvencia los ambiciosos objetivos a los que obliga esta reforma. Sin olvidar que una mejor conexión del medio universitario con el mundo empresarial es el mejor camino para liquidar aquella vieja imagen de la Universidad como fábrica de parados.[…]
Tornen a bullir els campus? TEMPS.
[…]El moviment anti-Bolonya. Amb els fets de Barcelona i les protestes arreu de tot l’estat espanyol, som davant el sorgiment d’un moviment universitari que creixerà? Tornaran bullir els campus, com fa trenta anys o quaranta?…
La sociòloga i professora de la UIB (Universitat de les Illes Balears) Maria Antònia Carbonero, no és rotunda, però entén que, “sens dubte, Bolonya ha estat el catalitzador del malestar de molts joves universitaris que veuen un futur difícil. Aleshores, per molt minoritari que sigui el moviment, ha tingut una clara connotació de protesta més general. I vull dir que m’irrita que se’ls dejecti pel fet de ser minoritaris, o que se’ls digui antisistema, radicals o alternatius, perquè malgrat el maximalisme –lògic essent joves– que a vegades han exhibit, el fet és que en el fons tenen raó: Bolonya implica necessitats de molta més inversió pública, que no és prevista –el silenci de la ministra és clamorós–, hi ha una clara voluntat de mercantilitzar la universitat… i els professors hem de fer una autocrítica perquè n’hi ha hagut pocs que s’hagin manifestat contra el pla”.
Per a Antoni Tarabini, sociòleg, president de la Fundació Gadeso (Gabinet d’Estudis Socials), de les Illes Balears, “tant de bo que el moviment anti-Bolonya hagi estat el catalitzador d’un nou moviment universitari crític, no tan sols per qüestions estrictament acadèmiques, sinó generals. Es troba a faltar aquesta veu crítica de la joventut, en un temps que el conformisme és absolut. Si no són crítics els universitaris, qui ho serà? El moviment anti-Bolonya té connotacions diferents a cada universitat. El fet comú és el rebuig al procés reformador acadèmic, però a Barcelona ha tingut una força suplementària, segurament pel caràcter que s’hi ha volgut donar d’antisistema, que encara que ho sigui vull dir que és perfectament legítim. És per aquest costat que podria arribar a ser quelcom més permanent, però si ho fos ho seria, crec, només a Catalunya. No veig a les Balears, per exemple, la mateixa situació. M’agradaria veure un moviment universitari general, fort, crític i mobilitzat en vista de moltes injustícies del nostre món, però tinc dubtes que finalment arribi a quallar”.
Salvador Cardús, professor de sociologia a la Universitat Autònoma de Barcelona, nega qualsevol possibilitat que el moviment anti-Bolonya sigui catalitzador d’un nou moviment universitari: “En realitat, no és sinó el moviment antiglobalitzador, antisistema que veiem sovint en unes altres ocasions. Quelcom molt minoritari que ara ha trobat acomodament a l’espai universitari, on li és més fàcil d’actuar. Però és molt, molt minoritari. Això sí, és gent molt ben organitzada, radical, que han trobat a l’espai universitari alguns altres estudiants, ingenus, dels quals s’han aprofitat. Intueixo que rere els radicals hi ha organitzacions polítiques d’esquerra radical. Aquest moviment és el mateix que veiem protestant contra la reunions internacionals del G20 i més. És gent formada en la guerrilla urbana que persegueix la provocació. En el cas dels fets de Barcelona hi hagué clara provocació als mossos d’esquadra. Però passa que, com que alguns periodistes van rebre, doncs… el corporativisme periodístic ha funcionat. Però el fet cert és que va ser quelcom provocat per gent radical, antisistema i que de cap manera no significa un catalitzador d’un nou moviment generacional, que jo no veig enlloc.”
Formar intelectuales, no sólo profesionales. ANTONIO ALVAR EZQUERRA. EL MUNDO
“[…]¿Alguien cree que vamos a formar mejores abogados si enseñamos a los estudiantes a ponerse la toga ya desde la Universidad, en lugar de fomentar en ellos el conocimiento, la comprensión y finalmente el aprendizaje del sistema legislativo que estará en la base de su actividad profesional? ¿Alguien cree, además, que puede existir una docencia universitaria de calidad que no esté estrechamente ligada a la investigación? Mal camino iniciamos si nos dejamos convencer de que la misión fundamental de la Universidad es formar profesionales y no intelectuales, capaces de resolver, desde el conocimiento, los problemas que le plantee la sociedad a la que van a servir.”
La Cara Fosca del Pla Bolonya
Contra la Universitat S.A
en defensa de la Universitat pública
“En aquest llibre hi apleguem el testimoni de les anàlisis i els fets més recents del procés de denúncia – a Catalunya i al conjunt de l’estat espanyol- respecte a la mercantilització i uniformització creixents de la universitat pública, un procés que s’ha intentat fer acallar un cop i un altre mitjantçant la violència. Amb aquest volum, doncs, professor(e)s i personal d’administració i serveis de les universitats catalanes mirem de construir la reflexió i la lluita començada pels i les estudiants i així encarnem el crit que elles i ells han repetit: “Vosaltres teniu les porres; nosaltres, els llibres!”.
Aquest text de contraportada enmarca el material editat per l’‘Assemblea de Personal d’Administració i Serveis i Personal Docent i Investigador: llibre recopilatori d’articles acadèmics sobre la reforma universitària , comunicats del moviment estudiantil (assembleari i sindicats) digne de donar-li un cop d’ull.
La profussió de notícies, informació i el bomardeig mediàtic faciliten la pèrdua de visió de conjunt. Aquest recull ens ofereix l’oportunitat de llegir, reflexionar i veure els vectors del moviment estudiantil – en sentit ampli, i englobant al personal universitari- més important en dècades. Especialment centrat a l’àmbit català, també incopora materials de professorat d’universitats d’Andalucía, Madrid, Euskadi. Potser es troba a faltar material de Galíza d’on surt la web de referència des de fa anys tant a nivell de revisió exhaustiva de novetats com d’el·laboració d’anàlisis: Fírgoa.
De lliure distribució – és a dir, sense patent ni ànim comercialitzador- el text fa una crida a la difusió a tort i a dret. Aqui us podeu descarregar l’exemplar.
Assemblea de PDI i PAS de les universitats públiques catalanes.
Edicions Bellaterra, 2009
El 18 de març el país s’aixecava amb dues notícies: el desallotjament del rectorat de la UB i l‘anunci de la Comissionada d’Universitats pel curs 2009/2010 “el 75% de les titulacions estaran adapatades a Bolonya“. Dies abans, el Govern espanyol proclamava “la meitat de les carreres estaran adaptades al pla bolonya el septembre vinent“, estimant un total d’un miler de titulacions. A diferència de la Generalitat, la ministrà no aportà cap llistat concret. I és destacable que cap dels dos càrrecs públics van distingir a les seves declaracions quin percentatge correspon a centres privats i quin a centres públics.
La celeritat en l’aplicació del pla porta a que el Consell d’Universitats espanyol es declari voluntari per reunir-se “amb la periodicitat que calgui” per donar el vist i plau als estudis aprovats per l’ANECA. Perque és l’ANECA – ens privat, al·liè i sense control efectiu dels poders públics- qui decideix què necessita la societat i què han d’aprendre els estudiants… tot i les declaracions del Secretari d’Estat d’Universitats, al desembre: “l’ANECA rep pressions no democràtiques per a l’aprovació de nous títols“.
Actualment els registres fets públics per l’ANECA i pel MICINN o bé no estan actualitzats, o bé les previsions propagandístiques que fa la Generalitat i el Ministeri estan ben allunyades de la realitat. Actualment, segons el Registre – destí final de tots els títols oficials i homologats a l’Estat espanyol- hi ha 185 Graus, dels quals més de la meitat (96) pertanyen a universitats i centres privats. Les universitats públiques imparteixen avui dia 3089 titulacions de primer i segon cicle és a dir, els graus aprovats representen un míser 6%. (Font: Oferta titulacions MICINN a l’Estat espanyol).
Entre d’altres, ni la Universitat de València, ni la d’Alacant ni la Politècnica de València ni la Miguel Hernàndez anuncien cap grau pel curs vinent. La UIB també es troba en situació molt endarrerida segons els optimismes del Ministeri, cap dels graus és oficial encara. Les universitats més avançades estan al voltant d’un terç dels seus desitjos: la Universitat Pompeu Fabra i la Universitat Autònoma de Barcelona són les més “actives”, seguida de la Universitat de Barcelona. I queda pendent fer el càlcul de la proporció sobre els estudis impartits que representa aquesta “·oferta”. Cal recordar que la tramitació a Junta de Facultat del gruix dels graus de Lletres de la UAB va produir 33 expedients disciplinaris i actualment 6 estudiants es troben expulsats pel rebuig a l’aprovació d’aquests plans d’estudi (a més d‘un procés penal per “desordre públic”). També cal posar de relleu que la UPF ha cridat en poques setmanes en tres ocasions als Mossos d’Esquadra per al desallotjament dels estudiants tancats en horari lectiu a les instal·lacions com a mesura de protesta contra l’EEES. A la UB més del 90% dels estudiants va dir Sí a la congelació del procés.
Aquesta situació – després de les jornades de portes obertes de captació de nous clients- i a poc mesos per a la realització de les preincripcions universitàries descriu una situació greu, sobretot tenint en compte que la distinció entre estudis aprovats i oficials i els que no ho són és discreta en la majoria de les webs – pràctica ja estesa pel que fa a l’oferta de màsters i postgraus-. Al frau de la devaluació objectiva dels continguts de les llicenciatures i diplomatures s’afegeix la manca de transparència. Tot i això, les previsions del Govern de reunir “els cops que calgui” al Consell per tramitar els estudis filtrats per l’ANECA fa previsible l’aprovació d’aquestes titulacions, a la primera o bé fent “títols propis” i aconseguint l’homologació in extremis sobre la marxa, com ha fet la Universitat Catòlica de València amb els estudis de Medicina.
Encara així podem plantejar dues qüestions de forma:
– L’aprovació d’un pla d’estudis no vol dir ni molt menys que s’hagi fet la feina d’adaptació dels programes docents, i encara menys la perdurabilitat dels plans d’estudi donat que l’ANECA revisarà periòdicament la conveniència de la continuïtat (RD 1393/2007) d’aquests plans i els pot retirar segons els seus propis criteris- recordem, independents dels poders públics dependents de no se sap qui- oferint per tant una seguretat acadèmica en la perdurabilitat de les disciplines més que discutible. [Punt especialment interessant per a Filologies “minoritàries” , com és el cas de Filologia Catalana, i.e.]
– L’elaboració del programa d’una matèria no compta amb les meravelloses plantilles i formats a omplir els buits facilitats per l’ANECA; tanmateix aquests programes constitueix una eina fonamental per conèixer exactament el contingut d’una matèria i a què atenir-se davant les noves metodologies d’avaluació. Ja podem somniar amb la qualitat d’aquestes guies docents (nou nom per als programes).
La lluita contra el frau dels graus ha estat crucial en el renaixement del moviment estudiantil, i les demandes de moratòria només ha estat secundada per una titulació (Filosofia, UB) tot i ser una reivindicació light i molt més que raonable fins i tot per als proreforma si realment volen una feina ben feta, com sembla voler la Universidad del País Vasco que ja ha fet pública una moratòria d’un any. L’entrada significativa d’estudiants de grau el curs vinent per tant, suposa un impass i implica una reformulació i una visió global de l’escenari de lluita. Per aquesta tasca sembla imprescindible:
a) Entendre el context generalitzat de crisi social i econòmica en el qual s’aplica, i per tant treballar molt més la transversalitat corporativa (universitària, educativa) i social (moviment obrer i lluites socials en general). En aquest sentit les protestes a l’Estat francès ja compten amb accions “comunicants” : el segrest de patrons, el segrest de rectors [veure video aquí] i un fort protagonisme del professorat en la defensa de l’ensenyament públic.
b) Entendre la profunditat i l’àmbit d’aplicació política dels canvis que implica el procés de Bolonya: LOU i AGCS. La reconversió de l’ensenyament superior no només contempla aquesta reorientació del contingut i finalitat dels estudis superiors cap a la “usabilitat” dels estudiants (ocupabilitat i abaratiment del seu cost com a força de treball): inclou una reestructuració de tota l’estructura universitària cap a unitats independents, una reducció de la participació pública en el finançament del dret a l’ensenyament, una reorientació de les línies de recerca i una depauperació progressiva de les condicions laborals del personal universitari (docent i no docent). Els plans d’estudi són la punta del iceberg i els efectes de la reforma no tardaran gaire en fer-se notar entre col·lectius ja mobilitzats però encara amb molta feina pendent: treballadors d’administració i serveis, de recerca i de docència. Un exemple d’aquesta transversalitat és la denúncia de la recerca sobre transgènics fa uns díes a la UAB o la denúncia dels convenis signats per aquesta universitat amb INDRA tot i que els estatuts de la UAB prohibeixen explícitament la col·laboració per a la recerca militar.
Cal estar atents i atentes al resultat de les converses en Lovaine i de les renegociacions de l’AGCS que ja hem esmentat en anteriors ocasions. Cal mirar-se als miralls dels estats on s’han aplicat receptes semblants a l’àmbit educatiu. Actualment a Argentina, més del 60% del professorat universitari no cobra per la seva actitivitat docent a la pública.
Links de consulta
- ANECA (Programa Verifica): Membres definitius de les Comissions ‘avaluació dels Graus.[PDF]
- Registre d’universitats, centres i titulacions
- Links directes a l’oferta d’estudis a les universitats dels Països Catalans sota jurisdicció espanyola.
Principat de Catalunya: UAB, UB, UPC, UdL, UdG, URV, UPF, País Valencià: UV, UA, Universitat Jaume I (Castelló), Universitat Politècnica de València, Universitat Miguel Hernández (Elx), Illes Balears: UIB
- Llistat de la situació dels Graus a la UB [PDF]
“Los hijos de los trabajadores no cualificados tienen 4,5 veces menos de probabilidades de acceder al ámbito universitario que los vástagos de los profesionales de alto nivel. Sólo un tercio de los de familias obreras o de asalariados del campo cursará el Bachillerato y de ellos únicamente la mitad llegará a la universidad. Si usted no tiene estudios, le conviene saber que su chico cuenta con 20 veces más de posibilidades de incurrir en el fracaso escolar que el hijo de padres universitarios; exactamente, el 40% contra el 2%, según el estudio recientemente publicado por el profesor de Sociología de la Universidad de La Laguna, José Saturnino Martínez.” EL PAÍS
La política universitaria passa d’estar sota el comandament d’una empresaria a ser dirigida per un catedràtic de metafísica.
L’agenda estratègica immediata requereix aquests canvis: tenim mitja Europa aixecada contra les reformes educatives dels darrers temps, la cimera de ministres de Lovaine a final de mes i la repressa de les negociacions de l’Acord General de Comerç de Serveis. Calia algú amb un mínim coneixement del context de mobilitzacions i de la reforma i Garmendia no en tenia ni idea.
“La Internacional de l’Educació informa de la represa de les negociacions de l’Acord General de Comerç de Serveis, les quals coincideixen amb la data de reunió de la propera cimera de ministres a Lovaine per tal de veure l’estat de la construcció del mercat europeu d’ensenyament superior els dies 28 i 29 d’abril:
El presidente del Grupo de negociación de servicios de la OMC, el embajador mexicano Fernando de Mateo, ha anunciado que las intensas negociaciones en torno al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) tendrán lugar del 30 de marzo al 8 de abril.
El mateix portal informatiu, afegeix dues notícies contudents d’àmbit internacional: “Se advierte a la OMC del peligro de incluir los servicios públicos en el AGCS” 30.10.2008 i d’altra banda, les recents regulacions en matèria educativa a la India semblen entrar en contradicció amb les negociacions al sí de l’AGCS.”
Un altre cadàver polític, Garmendia ha perdut el power universitari. Amb conflictes competencials amb indústria, quines competències té Garmendia? Enric Canela especula sobre això.
L’assemblea d’estudiants de la UAM, fa el seu recull de mèrits del seu excel·lent rector. Entre d’altres: no cumplir la seva paraula de discussió d’un document crític amb Bolonya al sí de la CRUE; criminalitzar als expedientats de la UAB malgrat els seus compromissos amb l’assemblea de la UAM, …
A Soitu, un article que contextualitza al nou Ministre. A sota, la nostra contextualització: qui és Gabilondo? – queda al tinter si és o no el germà del portaveu del PSOE, Iñaki-: